“Dios formó lindas las flores, delicadas como son; le dio toda perfección y cuanto él era capaz, pero al hombre le dio más cuando le dio el corazón.”
José Hernández
Porque estoy aqui
Me gusta escribir. Y un día decidí que quería mostrarle al mundo lo que hacia. Entonces nació este blog: sin pretensiones, sin orden ni concierto, como la caja de jabones "Fulton" donde mi vieja guardo durante mucho tiempo mis primeras poesías, mis cartas de amor y mi adolescencia. Gracias por estar aquí, Espero les guste.
lunes, 17 de octubre de 2016
Presentación del libro Poetas Contemporáneos donde se incluye mi obra: Elegiste no vivir
Elegiste no vivir
Pasaron cuarenta años y aun no logro concebir como fue que decidiste "¡yo ya no quiero vivir!". Eras… sos mi viejo. El presente y el pasado se mezclan cuando te pienso. A veces siento que estas, aunque tengo la certeza de que cargue con tus huesos, y aunque escucho tu voz dando un concejo certero, sé que es solo un recuerdo que sembraste en mi interior. Entonces me da un temblor mezcla de llanto y de bronca por el tiempo que robaste de mi camino con vos. Pero quien puedo ser yo para juzgar en tu vida. Diecisiete años viviste a mi lado y bien presente. Al tiempo lo apuraste ya no era suficiente, presentías tu final, la fecha de vencimiento que la parca en su reparto te colgó como al pasar. Y me diste tanto amor en ese tiempo cortito que hoy tengo para dar a mis hijos lo mejor. ¿Sabes? Cuando tú carta leí a modo de despedida, mientras el frío del agua en el río te recibía, un frío igual en mi alma me la empezó a congelar. Te quise justificar, pensé que eras un héroe. Con el tiempo te maldije y de cobarde te tildé. Y hoy, ya viejo, te comprendo aunque sé que no te entiendo, pero lo que vos sufriste ¿quién lo podrá saber?. Si pensaste que la muerte era mejor que vivir que te voy a discutir si yo a veces también lo pienso y no pasé por lo mismo que te toco andar a vos. Por eso cuando te encuentre habrá mucho que charlar tendrás mucho que explicar porque gratis no salió. A mí el tema me salpicó, y también pasé lo mío, pero no te culpo viejo eras un hombre al fin. Hiciste lo mejor… o tal vez lo que podías solo sé que me querías ¡y eso rescato hoy!
El reflejo del amor
(los pequeños grandes actos cotidianos)
A ella le gusto el espejo, a mi su cara en el reflejo. Y lo compramos. Y fuimos haciendo proyectos: qué color seria el marco, en qué lugar luciría, y todo, todo eso. que de la compra surgía. Ella pintó el marco de un primoroso dorado y luego lo envejeció para darle el acabado Yo marque en la pared que habíamos despejado el lugar donde irían dos reforzados ganchos Hice los agujeros Coloque bien los soportes y entonces nos miramos y con un gesto invitante le dije: "Pues.. ¡Adelante!” Con un supremo cuidado y movimiento estudiado lo tomamos de los extremos e iniciamos el traslado Las medidas bien tomadas no permitieron por suerte en el primer intento colgarlo y bien derecho y presente. El temor en nuestras caras por unos cuantos segundos enmarcadas de dorado esperando el fin del mundo: Si eso no resistía nuestro sueño hecho pedazos con los restos marcharía. Pero no cayó el espejo y en su luna plata y oro nos miramos los dos y festejamos a coro El espejo al fin lucia en el lugar indicado embellecía la casa y le daba "otra actitud" Y como plus al trabajo, el haberlo compartido compra, proyecto, obra entre los dos elegirlo y entre los dos terminarlo y cada vez que nos vemos en la imagen reflejada ¡sabemos que es el amor las luces que lo resaltan!
PADRE POR ELECCIÓN
Somos padre e hijo no por sangre ni papeles ni por genes. Solo por esa razón que suele dar el corazón de elegirnos mutuamente. Y así fue que de repente un día te dije “hijo…” y sonó muy natural y vos me llamaste “¡paaa!” y sonreí emocionado porque el vinculo logrado amerita lagrimear. Ya no sos “el hijo de Ceci”. Ahora sos “mi hijo del corazón”. Y siento tanto por vos como por mi propio crío y a cualquiera desafío que para ser papá no basta con engendrar o con dar un apellido. Es el amor lo que cuenta Y las ganas de “criar”. Ese quererle enseñar que puede ser un gran tipo. Mostrarle cual es el camino con ejemplo y con valor. Y el poder decirle no aunque nos duela un poquito. El titulo de papá es un titulo importante pero que te elijan padre eso es otra cuestión “¡La pucha que compromiso!” qué gran responsabilidad y que orgullo es además recibir ese homenaje. Por eso hijo del alma te lo digo y bien de frente por vos yo doy mi sangre y apretando bien los dientes me opongo a aquel que en la vida quiera causarte algún mal y siempre te voy a alentar en las buenas y en las malas que Dios no comete errores y si aquí nos vino a juntar yo no le voy a fallar y con vos estaré siempre no lo tenes que dudar
Futuro Perfecto
Pequeño homenaje al primer aniversario del GLA y a la gente que lo gestiona
Una voz masculina pero dulce se oyó en el silencio del cuarto en penumbras: ¡Arriba Catalina! La hora es 10:15 AM. La temperatura es de dieciocho grados, el día está nublado y se esperan algunas precipitaciones. Caty , como la llamaban, se desperezó y agradeció haber cambiado el tono de voz de su asistente electrónico personal a algo menos militar que el que venía de fabrica. Gracias Lucius. ¿Cuál es mi agenda para hoy? Preguntó, a lo que la voz respondió: Hoy es sábado 12 de setiembre de 2065. Tu agenda indica que es el cincuenta aniversario de la fundación del GLA e inauguran su sede propia en San Telmo a las diecisiete horas. Se espera una audiencia en su sala de conferencias de 400 personas con escritores invitados de España, Portugal, México, Perú, Bolivia, Brasil, Chile y Uruguay. Será transmitido por radio y televisión vía Meganet para todo el mundo. Se calcula que lo verán unas seis mil personas. Como nieta de uno de los fundadores tenés un lugar en primera fila reservado. El recuerdo de su abuelo la inundó. La hizo sentir niña nuevamente y volvió a escuchar la voz cascada por los años pero con esa entonación característica leyéndole el Quijote, las rimas de Bécquer, el Martin Fierro, Héctor Gagliardi y ya más grande un libro que él quería mucho y que tenia dedicado por la autora: “Las amantes son rubias” que inició la complicidad de las charlas de chicos y amores con él. Empezó el día entre feliz y nostálgica y así continuaba cuando caminaba el empedrado de San Telmo yendo a la dirección que estaba en la tarjeta de invitación. Cuando llegó encontró una gran librería y como único cartel sobre la puerta un cuadrado imitando los renglones de una página de fondo, con marco fino negro y en letras de “tipografía de máquina de escribir” la sigla GLA. Al entrar, de frente, entre los estantes dedicados a autores noveles, dos cuadros digitales de las primeras coordinadoras del grupo. A la izquierda María Paula Putrueli y a la derecha Silvia Bazán. Ambos nombres le sonaban de las charlas con su abuelo, incluso recordó que de muy chiquita las habría conocido cuando la llevaba a las reuniones. La autora de las imágenes era una tal Makoka Rosi. Por un pasillo, sobre la derecha, se llegaba a una sala donde estaban todos los diccionarios que se puedan imaginar y libros sobre la lengua española. Sobre la entrada un cartel rezaba “Sala Kuki Besone”. Le vino a su mente las recomendaciones de su mentor para escribir, sobre las buenas costumbres en el uso del idioma y lo que le había enseñado Kuki corrigiendo sus textos. Por el mismo pasillo pero en el otro extremo, un cartel similar pero más grande decía: “Estudio de radio y Televisión y Centro de informática Benito Bolívar” En un rincón del salón de ventas, un maquina dispensadora de textos digitales tenia las cuarenta y nueve ediciones lanzadas por el grupo más “La venganza”, fruto de la clínica de cuentos que inicio todo. Catalina veía imágenes, salas con nombres, pero nada que recordara a su abuelo. En el fondo reconoció que cuando él contaba las historias de su vida tal vez exageraba un poco, bueno si, bastante, pero quería creerle porque él era feliz contándoselas. Se dirigió al auditorio principal y al llegar, el nombre grabado sobre el marco de su puerta doble la hizo lagrimear. En letras doradas decía “Auditorio Marita Rodriguez Cazaux” ¡La autora del libro que su abuelo le leyera de adolescente y que luego le diera antes de morir! “Las amantes son rubias”. Entro al gran salón apenas iluminado y fue llevada por un acomodador al centro de la primera fila Pensó: “Bueno, por lo menos las personas que él me nombraba están representadas aquí. Así que las conoció y de alguna forma participó en el GLA en los primeros tiempos”. Y una sensación de ternura se apodero de ella. En ese momento una luz intensa ilumino el escenario. Una mesa larga lo dominaba, con sillas detrás. Pero lo que vio sobre la mesa la dejo muda y las lágrimas se derramaron de sus ojos con emoción y alegría. Justo en el centro, brillando bajo los reflectores, un pequeño reloj de arena y una campanilla metálica. Cronos y Zeus como él las llamaba y que usara en su momento para moderar las reuniones. Los originales, esos con los que ella jugaba de chica y que un día desaparecieron de su vida. Ahí estaba su abuelo, diciendo ¡presente!